Merluza con patatas revolconas
Receta que vinos a Berasategui mano a mano con David de Jorge y que nos prestamos a repetir y repetiremos ya que el resultado es sublime.
Una vez que las patatas están, las enfriamos un poco (importante para no quemarte), las pelamos y cortamos en rodajas que disponemos en el fondo de una fuente para horno que previamente hemos untado con un poco de aceite.
Echamos por encima la cebolla y disponemos el pescado. Lo metemos al horno entre 10 y 15 minutos.
Sacamos la fuente del horno y echamos el aceite por encima del pescado. Movemos la fuente y vaciamos a la sartén el jugo. Volvemos a calentar rápidamente y volvemos a echar. Este proceso (revolcón que dice el maestro) lo hacemos dos o tres veces. La idea es coger el jugo que ha soltado la merluza y juntarlo con el aceite y el pimentón de la cebolla.
El resultado es espectacular y contundente.
La primera vez lo intentamos con salmón porque era lo que tenía y la verdad es que no quedó igual, merece la pena una buena merluza para esto.
Ingredientes
- Merluza, nosotros hemos usado unas colas pero unos lomos también puede estar muy bien
- Patatas para cocer
- Cebolla
- Pimentón, ajo
Empezamos cociendo unas patatas, para ello, en un cazo, se cubren con agua, un poco de sal y dependiendo del tamaño, entre 20 y 30 minutos. No tienen que estar muy hechas pero tampoco duras.
Picamos en juliana una cebolla grande y ponemos a pochar despacio con un poco de aceite y una pizca de sal. Va a tardar más o menos lo que las patatas.
Hacia los 20 minutos, estará caramelizando la cebolla. Echamos una cucharada de pimentón dulce, removemos y dejamos un poco más.
Una vez que las patatas están, las enfriamos un poco (importante para no quemarte), las pelamos y cortamos en rodajas que disponemos en el fondo de una fuente para horno que previamente hemos untado con un poco de aceite.
Echamos por encima la cebolla y disponemos el pescado. Lo metemos al horno entre 10 y 15 minutos.
Cuando pensemos que está el pescado, en una sartén calentamos un poco de aceite, unas láminas de ajo y si quieres, una guindillita. Si la partes en trocitos picará mucho, si la dejas entera, será un ligero toque picante (lo que tu quieras).
Sacamos la fuente del horno y echamos el aceite por encima del pescado. Movemos la fuente y vaciamos a la sartén el jugo. Volvemos a calentar rápidamente y volvemos a echar. Este proceso (revolcón que dice el maestro) lo hacemos dos o tres veces. La idea es coger el jugo que ha soltado la merluza y juntarlo con el aceite y el pimentón de la cebolla.
El resultado es espectacular y contundente.
La primera vez lo intentamos con salmón porque era lo que tenía y la verdad es que no quedó igual, merece la pena una buena merluza para esto.
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