Emperador a la cazuela
El Emperador o Pez Espada es muy particular, lo compras fresco y se paga muy caro o los congelados tienen poco recorrido. Ahora los hay envasados al vacío en origen que dan un resultado aceptable. Es verdad que hacerlos a la plancha con ajo y perejil está muy bien pero la casa se queda con un olor desagradable durante tiempo. Al horno con un poco de tomate y albahaca por encima quedan bien aunque un poco triste.
Se nos ha ocurrido hacerlos en la cazuela y aparte de ser muy fácil, el resultado es muy interesante, jugoso y sabroso.
Ingredientes (Para cuatro personas)
Empezamos haciendo una juliana de cebolla y cortando el pimiento italiano en círculos, así no pierde el pellejo y no estropea la apariencia del guiso.
En la cazuela echas un poco de aceite y un ajo laminado. Echas la verdura, una pizca de sal y si te atreves con la guindilla, ahora es el momento. Yo echo un trocito de una pequeña y se nota.
Cuando está dorada la verdura, echas tomate frito. Podrías echar tomate natural y guisar pero eso llevará más tiempo. Dependerá de lo que tengas y del tiempo que dispongas. Lo cierto es tener en casa una buena fritada de tomate es básico.
Echas media pastilla (o una, tampoco pasa nada) de caldo de pescado desmenuzada. Guisas unos minutos.
Haces hueco y vas poniendo las rodajas de emperador. Yo no abuso de la sal pero podrías haberlas salpimentado, yo no lo hago así cuando me quiten la sal por viejo no me llevaré un disgusto.
Cocinas como cuatro o cinco minutos por un lado y le das la vuelta dejándolos tres o cuatro.
De acompañamiento, nosotros esta vez, hemos hecho un hervido de patata, zanahoria y judías verdes, resulta sano y muy agradable.
Cuando era pequeño y vivía con mis padres, muchas noches la cena era hervido y pescado. Es verdad que ahora mis hijos se lo toman a broma, porque, aunque a mi me parecía bien a pesar de no ser ni el mismo pescado ni el mismo hervido, mis hermanos lo odiaban y cuando preguntaban qué había de cena (la eterna pregunta) y mi madre se lo decía, se enfadaban. Es una de las típicas historias que salen recurrentemente en las celebraciones familiares.
Se nos ha ocurrido hacerlos en la cazuela y aparte de ser muy fácil, el resultado es muy interesante, jugoso y sabroso.
Ingredientes (Para cuatro personas)
- 4 rodajas de emperador
- Tomate frito
- Cebolla, pimiento, ajo laminado
- Un poco de guindilla o pimienta de cayena
- Pastilla de caldo de pescado
Empezamos haciendo una juliana de cebolla y cortando el pimiento italiano en círculos, así no pierde el pellejo y no estropea la apariencia del guiso.
En la cazuela echas un poco de aceite y un ajo laminado. Echas la verdura, una pizca de sal y si te atreves con la guindilla, ahora es el momento. Yo echo un trocito de una pequeña y se nota.
Cuando está dorada la verdura, echas tomate frito. Podrías echar tomate natural y guisar pero eso llevará más tiempo. Dependerá de lo que tengas y del tiempo que dispongas. Lo cierto es tener en casa una buena fritada de tomate es básico.
Echas media pastilla (o una, tampoco pasa nada) de caldo de pescado desmenuzada. Guisas unos minutos.
Haces hueco y vas poniendo las rodajas de emperador. Yo no abuso de la sal pero podrías haberlas salpimentado, yo no lo hago así cuando me quiten la sal por viejo no me llevaré un disgusto.
Cocinas como cuatro o cinco minutos por un lado y le das la vuelta dejándolos tres o cuatro.
De acompañamiento, nosotros esta vez, hemos hecho un hervido de patata, zanahoria y judías verdes, resulta sano y muy agradable.
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