Huevos gratinados con salsa Mornay

Esto de la cocina es como un ovillo, empiezas tirando de un hilo y no sabes dónde acabas. Vi el otro día una foto que acompañaba una noticia de un preparado que debía haber hecho un chef que no conocía que parecía algo así como unos huevos Benedictine y se me ocurrió que podía ser una idea interesante para un sábado por la noche. Luego, comentándolo, parece que la última vez que hicimos salsa Holandesa a alguno no le gustó por lo que me puse a buscar alternativas y apareció la Salsa Mornay que básicamente es una bechamel a la que añades un huevo y bien de queso rallado y eso seguro que les gusta por lo que cambiamos de plan y apareció esta composición que queda verdaderamente bien.


Ingredientes

  • Rebanadas de pan de molde para el fondo
  • Queso en lonchas
  • Jamón cocido
  • Huevos
  • Para la salsa Mornay
    • Harina, Leche, Huevos y Queso para rallar (parmesano, manchego curado, ... lo que tengas y te guste)


Empezamos tostando el pan y poniéndolo en el fondo de las cazuelas que van a ir al horno. Podrías ponerlo en un plato también o directamente en la bandeja y luego servir, en nuestro caso, le dimos juego a las cazuelas.
Pones el jamón cocido y el queso. Fríes un huevo para cada cazuela y lo pones encima.


Vas encendiendo el gratinador del horno.

Para la salsa, preparamos una bechamel como siempre. Podrías partir de un brick de bechamel que suelen estar bien pero es muy fácil de hacer y además hay que hacer más cosas aparte de abrir el brick.

Para la bechamel echas un poco de aceite en la sartén, calientas y echas un par de cucharadas de harina (suponiendo cuatro cazuelas) que cocinas bien hasta tener una textura beige sin grumos. Empiezas a echar la leche. Lo ideal es hacerlo en ese momento fuera del fuego con leche caliente pero si tienes tino, lo puedes hacer con leche del tiempo en el fuego batiendo bien para que no queden grumos. Cuando la tienes a punto, echas sal, pimienta y nuez moscada al gusto. En ese momento, echas un huevo y bates. Después echas el queso rallado y remueves hasta tener una crema homogénea. Prueba de sal, pimienta y nuez moscada y si está bien, seguimos.

Echas la salsa por encima de cada cazuela y al horno a gratinar. Lo siguiente es lo esperado.






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