Patatas con bacalao
Lo cierto es que recuerdo haberlo comido una vez cuando era muy pequeño en la casa de la cuñada de mi abuelo (la Gedeona le llamaba el hermano de mi abuelo, era una pareja complicada pero muy buenas personas) y siempre me ha traído buena sensación.
El otro día compramos bacalao salado y planteé hacerlo. Pensamos que también se puede hacer con bacalao fresco, ahora que hay durante tiempo en las pescaderías pero antes, en los pueblos no era fácil el acceso a pescado salvo en salazón.
Ingredientes
Lo cierto es que si has comprado bacalao salado la receta la has empezado algún día antes. En la etiqueta del que compramos decía que había que cambiarle el agua 6 veces cada 8 horas, esto dan 48h, es decir, dos días antes has puesto en un recipiente que puedas tapar y meter en la nevera el bacalao con la sal (lo lavas un poco antes) y cubierto de agua. Te pones una alarma para cambiar el agua tres veces al día.
Hay sitios que dicen que en 24 horas está hecho o que el último cambio uses leche pero un guiso con bacalao que siga salado debe ser incomible. Así, a nosotros, no nos ha quedado salado y se ha quedado muy bien el pescado.
Pasado entonces el tiempo de desalado, lo lavas, secas y cortas en porciones.
Picas finamente cebolla y pimiento y ajos (picados, en láminas o como quieras).
En una cazuela, echas un poco de aceite y sofríes un poco el pescado por ambos lados y reservas.
En ese aceite echas el pimiento y la cebolla para que se haga. Cuando empiece a estar dorada, echas los ajos. Es posible que te haya quedado en el fondo pegado jugos del pescado. Con muy poco de vino blanco desglasas, ganarás mucho.
Mientras pelas las patatas (una mediana por persona está bien). Importante cortarlas en cachelo, es decir, cortas un poco y chaschas. De esta forma, soltarán almidón y espesará el guiso. Todo eso en teoría y si las patatas son de cocer, si no, mejor echa menos líquido o espesa aplastando una.
Cuando tengas el sofrito, echas un poco de tomate, remueves y fuera del fuego, echas pimentón dulce, remueves. Si lo dejas en el fuego, se quemará y amargará.
Echas las patatas y las cubres ligeramente de agua. Lo pones a cocer. El bacalao aportará un poco de sal pero te curas en salud echando una pizca en este momento y un poco de pimienta.
Cuando lleven cinco minutos cociendo, echa el bacalao y lo tienes cociendo otros quince minutos para que las patatas se hagan.
Faltando tres minutos, escalfas un huevo por persona en la cazuela.
Cuando las patatas estén, dejas reposar y sirves.
A nosotros hoy nos ha quedado con más líquido del deseado pero creemos que ha sido por las patatas.
Me ha gustado aunque volveré a intentarlo para perfeccionarlo.
El otro día compramos bacalao salado y planteé hacerlo. Pensamos que también se puede hacer con bacalao fresco, ahora que hay durante tiempo en las pescaderías pero antes, en los pueblos no era fácil el acceso a pescado salvo en salazón.
Ingredientes
- Bacalao (lo de la imagen ha sido para tres)
- Patatas para cocer (importante)
- Un huevo por persona
- Cebolla, pimiento, ajo
- Tomate frito
- Pimentón
Lo cierto es que si has comprado bacalao salado la receta la has empezado algún día antes. En la etiqueta del que compramos decía que había que cambiarle el agua 6 veces cada 8 horas, esto dan 48h, es decir, dos días antes has puesto en un recipiente que puedas tapar y meter en la nevera el bacalao con la sal (lo lavas un poco antes) y cubierto de agua. Te pones una alarma para cambiar el agua tres veces al día.
Hay sitios que dicen que en 24 horas está hecho o que el último cambio uses leche pero un guiso con bacalao que siga salado debe ser incomible. Así, a nosotros, no nos ha quedado salado y se ha quedado muy bien el pescado.
Pasado entonces el tiempo de desalado, lo lavas, secas y cortas en porciones.
Picas finamente cebolla y pimiento y ajos (picados, en láminas o como quieras).
En una cazuela, echas un poco de aceite y sofríes un poco el pescado por ambos lados y reservas.
En ese aceite echas el pimiento y la cebolla para que se haga. Cuando empiece a estar dorada, echas los ajos. Es posible que te haya quedado en el fondo pegado jugos del pescado. Con muy poco de vino blanco desglasas, ganarás mucho.
Mientras pelas las patatas (una mediana por persona está bien). Importante cortarlas en cachelo, es decir, cortas un poco y chaschas. De esta forma, soltarán almidón y espesará el guiso. Todo eso en teoría y si las patatas son de cocer, si no, mejor echa menos líquido o espesa aplastando una.
Cuando tengas el sofrito, echas un poco de tomate, remueves y fuera del fuego, echas pimentón dulce, remueves. Si lo dejas en el fuego, se quemará y amargará.
Echas las patatas y las cubres ligeramente de agua. Lo pones a cocer. El bacalao aportará un poco de sal pero te curas en salud echando una pizca en este momento y un poco de pimienta.
Cuando lleven cinco minutos cociendo, echa el bacalao y lo tienes cociendo otros quince minutos para que las patatas se hagan.
Faltando tres minutos, escalfas un huevo por persona en la cazuela.
Cuando las patatas estén, dejas reposar y sirves.
A nosotros hoy nos ha quedado con más líquido del deseado pero creemos que ha sido por las patatas.
Me ha gustado aunque volveré a intentarlo para perfeccionarlo.
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