Nuestras Torrijas
No es que yo sea mucho de tradiciones y tengo que decir que muchos años comía Torrijas porque como de todo pero hay una etapa en la, por estas fechas dejas de comer las Torrijas de tu madre (o tu suegra, que en mi caso estaban mejor) para que tus hijos coman tus Torrijas. No se si es porque te vas haciendo mayor y la ley de la vida (y la muerte) es implacable o es porque al final ves que lo único importante en la vida es disfrutar y hacer las cosas bien por el placer de hacerlas bien.
El caso es que llega Semana Santa, quieres (y quieren) Torrijas, tampoco muchas, sólo unas pocas y te pones a la tarea después de alguna que otra discusión sobre la oportunidad de hacerlas sobre todo motivadas porque aunque estés muy sincronizado con tu pareja, el clonado no es perfecto.
La siguiente receta es nuestra interpretación de las Torrijas, en la cocina no existe la verdad absoluta e igual que nadie hace la mejor tortilla de patata ni la mejor paella, tampoco existe la receta de la mejor Torrija . Lo más importante es hacerlas y disfrutarlas.
Ingredientes
El caso es que llega Semana Santa, quieres (y quieren) Torrijas, tampoco muchas, sólo unas pocas y te pones a la tarea después de alguna que otra discusión sobre la oportunidad de hacerlas sobre todo motivadas porque aunque estés muy sincronizado con tu pareja, el clonado no es perfecto.
La siguiente receta es nuestra interpretación de las Torrijas, en la cocina no existe la verdad absoluta e igual que nadie hace la mejor tortilla de patata ni la mejor paella, tampoco existe la receta de la mejor Torrija . Lo más importante es hacerlas y disfrutarlas.
Ingredientes
- Pan, menudo lío puedes tener con esto, que si duro de ayer, que si especial de Torrijas, ... Nosotros cogimos una barra tipo baguette y la corté en diagonal
- Leche, aprox. 1/2 litro
- Azúcar (sí, azúcar, se come una vez al año)
- Miel
- Canela, a ser posible, que sepa algo.
- Rodajita de piel de naranja
- Un huevo para batir
Empezamos echando la leche en un cazo y calentamos echando azúcar, miel, una rama de canela y la piel de naranja. La idea es que el azúcar se disuelva, no hay que llevarlo a ebullición. Cuando esté suficientemente caliente y disuelto todo, después de probarlo y tenerlo al gusto, separamos del fuego y dejamos templar para poder trabajar bien.
En nuestro caso echamos una rama de canela pero después de un rato vimos que eso no daba sabor y echamos canela en polvo pero tampoco creas que, aparte de manchar la leche, dio mucho sabor.
Cortas las rebanadas del pan al gusto.
Bates un huevo y preparas una sartén con aceite como para cubrir la mitad de la altura de la rebanada que hayas cortado.
Remojas las rebanadas en la leche suficientemente. No debe deshacerse el pan pero tampoco tiene que estar seco.
Las pasas por el huevo y a la sartén hasta tenerlas doradas. Las sacas a un papel absorbente y las colocas en un recipiente que tiene previamente azúcar y canela en polvo, volteándolas para que cojan un poco de la mezcla. Las pasas a un recipiente alto.
Cuando tengas todas hechas, la leche que te haya sobrado, si sigue estando dulce (podrías añadir un poco de miel dulce -porque todas las mieles no son iguales-), se le echas por encima a las torrijas. Esto hará que cojan un poco más de líquido.
Reposan (si les dejas) y a comer
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