Gachas al estilo de mi abuelo

No es una broma haciendo mías las palabras de Shrek sobre las ratas de hierbajo al estilo de su abuela pero lo cierto es que mi abuelo hacía unas gachas que yo recordaba como ninguna y en casa, una parte quería que las hiciésemos aunque otra lo considera casi un sacrilegio calórico.

Lo cierto es que hoy era ese día y aquí están. La verdad, aunque no soy muy de recordar con añoranza el pasado, cuando las he probado mientras las hacíamos, he de decir que me han recordado otros tiempos aunque se me ha pasado pronto.


Ingredientes (para 4 personas)

  • Patatas (tres medio pequeñas)
  • 2 dientes de ajo
  • Panceta
  • Chorizo
  • Jamón
  • Harina
  • Sal y pimentón (opcional) 


Aunque veas mucho chorizo y panceta, no lo hemos usado todo.

Empezamos pelando y cortando las patatas como para tortilla. Las puedes freir en la misma sartén donde vas a hacer las gachas pero si tienes freidora puedes ir avanzando. Cuando estén hechas, las retiras y reservas.


Cortamos la carne. Mi abuelo no solía echarle la carne porque junto a las gachas sacaba el jamón que siempre tenía y comíamos. Esto es como cada uno quiera. Lo bueno de usar chorizo es que no tienes que usar después pimentón, tampoco me gustan naranjas como si fuese puré de zanahoria así que con un poco de chorizo se consigue color sin pasarse.


En una sartén grande echas aceite para cubrir el fondo. Hay que pensar que es un plato calórico y que vamos a tener que freir y guisar la harina, es decir, hay que echar más aceite del que te diga la razón pero para nada pasarse.

Echas los ajos que chisporroteen y se doren. Lo mejor es que cuando estén dorados los saques y reserves.


Echas la carne, rehogas.


Calienta agua en en microondas, como un litro. Vuelve a echar los ajos.
Echas la harina, para cuatro personas, hemos echado 2 cucharadas con colmo de harina, lo hemos acompañado de un poco de lechuga para que pase mejor pero era bastante.


Como siempre para hacer una velouté o besamel (agua/caldo o leche), guisa bien el harina, que pierda el color blanco y notes que tuesta un poco.
Empieza a echar el agua y remover.


 Poco a poco vas con el agua, quitando grumos y homogeneizando la mezcla.


Como ves, cualquiera puede hacerlo :)


Cuando está casi, echas las patatas, remueves con cuidado y dejas guisar unos minutos bajando el fuego como para que haga chup chup lento. Verás que las gotas de aceite, como si fuese un geiger, afloran.


Lo manchego total es comerlo con pan en la sartén pero parece que ya no se lleva así que se reparte por plato y en vez de pan de pueblo, una rebanada integral.


De verdad, queda buenísmo, contundente pero recomendable.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Salteado de verduras en reducción de vermouth

Emperador a la cazuela

Codillo caramelizado