Otra cazuela de pescado
A raiz de que nos diesen muchos pimientos de una cosecha, vimos que era práctico limpiarlos, trocearlos y congelarlos para futuros usos. Así, siempre tienes disponible sin preocuparte de la logística semanal. Hay otras cosas en las que es más complicado, pero con los pimientos, es fácil.
Aunque hay varias formas de abordarlo, a nosotros nos gusta hacer las patatas por separado y después añadirlas. Es cierto que en los marmitakos, aparte de hacer los trozos de patata más grandes y cortados a cachelo (con desgarro para que suelten bien el almidón), llevan más tiempo de preparación y a nosotros, muchas veces el tiempo, nos falta.
Mientras, cortamos el pescado en trozos no muy pequeños. Salpimentamos.
Cuando las patatas prácticamente estén, las añadimos a la cazuela con un poco del agua de cocción de las patatas y las dejamos unos minutos para que se guisen.
Resultado para comer con cuchara y disfrutar.
Comentarios