Probar diferentes acompañamientos de patatas se ha convertido en una costumbre aunque no todas me terminan convenciendo, algunas porque no dicen nada, otras por la ejecución pero estas han quedado lo suficientemente bien como para que aparezcan aquí aprovechando que hemos asado unos pollitos.
Ingredientes
- Patatas (una por persona)
- Cebolla (media)
- Nata líquida (250 cc)
- Mantequilla
- Sal, pimienta, perejil
Empezamos pelando las patatas y haciendo rodajas no muy finas (4-5 mm). También hacemos una juliana de cebolla.
En una sartén, fundimos mantequilla y echamos la cebolla a dorar sin prisa. Una pizca de sal, sobre todo si la mantequilla no la tiene.
Cuando esté dorada, echamos la nata líquida y un buen puñado de perejil removiendo el conjunto.
Echamos las patatas, removemos y empezamos a guisar. Cuando lleve un par de minutos, salpimentamos al gusto. Si ves que las patatas no se terminan de cubrir, echa un poco de leche.
La idea es que se cuezan las patatas en ese líquido por lo que hay que considerar de 20 a 25 minutos. Si tienes tapa para la sartén, es buena idea para ahorrar energía y generar vapor que evita que se sequen demasiado pronto.
Prueba las patatas pinchando y viendo que están blandas. Lo ideal es hacerlas mientras están en el horno un asado de carne, así el tiempo pasa mejor y no te entran prisas.
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