Arroz meloso con champiñones y foie fresco
Discutir acerca de si la siguiente receta es o no un risotto no lleva a nada por lo que mejor he pensado bautizarla como Arroz meloso y nadie se siente ofendido por el modo de preparación.
Es cierto que hemos hecho muchos risottos al modo clásico pero en general los auténticos jueces del trabajo en la cocina (que son los que comen con gusto lo realizado) llegan a apreciar más matices de esta forma sin el peaje de estar 20 minutos removiendo constantemente.
Tampoco hay que pesar que desprecie la forma clásica de hacer un buen risotto ya que es la forma más adecuada cuando el arroz a utilizar es uno de los italianos pero si es el arroz del que dispongo es el mío habitual, tengo muy claras las proporciones y tiempo y voy sobre seguro.
Después de esta disquisición, entramos en materia, y para empezar, dispondremos de cebolla, taquitos pequeños de jamón, champiñones (u otras setas de temporada), foie fresco, caldo de carne, arroz, tomate frito, queso parmesano rallado y leche (o mantequilla).
Empiezo picando un poco de cebolla a la que cuando esté bien pochada en la cacerola añado los taquitos de jamón; cuando estén coloreados, añado los champiñones que dejaré que se hagan bien con un toque de sal. A media cocción añado un poco de vino blanco para perfumar al eliminar el alcohol.
Cuando están hechos los champiñones, echo tomate frito, remuevo y añado el arroz (la medida, la vuestra, últimamente me estoy planteando ampliar porque mis gourmets se comen hasta el plato) removiendo también.
Añado el caldo (doble volumen que de arroz para donde yo vivo y el arroz que uso) y empieza a cocer a fuego medio, removiendo de vez en cuando. Añado colorante a gusto y rectifico de sal (dependiendo del tipo de caldo que haya usado).
Cuando le faltan 6-7 minutos, que estará consumido gran parte del caldo suelo echar un chorro generoso de leche o unos pegotes de mantequilla y remuevo. El fuego estará más bajo (lo del fuego es anacrónico hoy día con las vitrocerámicas)
Cuando le faltan 4 minutos, echo el parmesano y remuevo.
Cuando le falta un minuto o justo al apagar, echo el foie en daditos y remuevo un poco.
No tengo foto esta vez porque no me dio tiempo, cuando me di cuenta, se lo habían comido. La añadiré más adelante porque obviamente han preguntado cuándo la repito.
No os digo nada pero mi hijo pequeño dijo que era una Sinfonía dodecafónica de sabores (chiste de músico)
Es cierto que hemos hecho muchos risottos al modo clásico pero en general los auténticos jueces del trabajo en la cocina (que son los que comen con gusto lo realizado) llegan a apreciar más matices de esta forma sin el peaje de estar 20 minutos removiendo constantemente.
Tampoco hay que pesar que desprecie la forma clásica de hacer un buen risotto ya que es la forma más adecuada cuando el arroz a utilizar es uno de los italianos pero si es el arroz del que dispongo es el mío habitual, tengo muy claras las proporciones y tiempo y voy sobre seguro.
Después de esta disquisición, entramos en materia, y para empezar, dispondremos de cebolla, taquitos pequeños de jamón, champiñones (u otras setas de temporada), foie fresco, caldo de carne, arroz, tomate frito, queso parmesano rallado y leche (o mantequilla).
Empiezo picando un poco de cebolla a la que cuando esté bien pochada en la cacerola añado los taquitos de jamón; cuando estén coloreados, añado los champiñones que dejaré que se hagan bien con un toque de sal. A media cocción añado un poco de vino blanco para perfumar al eliminar el alcohol.
Cuando están hechos los champiñones, echo tomate frito, remuevo y añado el arroz (la medida, la vuestra, últimamente me estoy planteando ampliar porque mis gourmets se comen hasta el plato) removiendo también.
Añado el caldo (doble volumen que de arroz para donde yo vivo y el arroz que uso) y empieza a cocer a fuego medio, removiendo de vez en cuando. Añado colorante a gusto y rectifico de sal (dependiendo del tipo de caldo que haya usado).
Cuando le faltan 6-7 minutos, que estará consumido gran parte del caldo suelo echar un chorro generoso de leche o unos pegotes de mantequilla y remuevo. El fuego estará más bajo (lo del fuego es anacrónico hoy día con las vitrocerámicas)
Cuando le faltan 4 minutos, echo el parmesano y remuevo.
Cuando le falta un minuto o justo al apagar, echo el foie en daditos y remuevo un poco.
No tengo foto esta vez porque no me dio tiempo, cuando me di cuenta, se lo habían comido. La añadiré más adelante porque obviamente han preguntado cuándo la repito.
No os digo nada pero mi hijo pequeño dijo que era una Sinfonía dodecafónica de sabores (chiste de músico)
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