Arroz verde con Cigalas

Nov.2012

Basándonos en una idea el otro día preparamos este arroz verde con Cigalas que, en palabras de nuestros expertos gourmets caseros, es de 8.5 al menos.
Está claro que la cocina es creatividad y los platos surgen con lo que tienes a mano y no es escusa decir que no tienes ciertos ingredientes para hacer un plato porque salvo casos muy raros, ninguno es imprescindible y estas ideas tienen que servir de inspiración.


Necesitamos:

  • Para lo verde: Una bolsa de espinacas frescas, un manojo de perejil, agua y batidora
  • Para el arroz: Cebolla, Gambas peladas, arroz y caldo de pescado
  • Cigalas para hacer a la plancha
  • Opcional, un poco de sidra o vino blanco y un poco de whisky para perfumar

Para prepararlo, por un lado preparamos el líquido verde echando en la batidora media bolsa de espinacas crudas y un manojito de perejil (al que le quité gran parte de los tallos para que no supiese mucho pero eso, en gustos). Empezamos a batir y nos ayudamos de medio vaso de agua para homogeneizar la pasta. Por otro lado pochamos un poco de cebolla en una cacerola (con su pequeño toque de sal), cuando está dorada, echamos las gambas peladas a las que un poco de pimentón les encanta y cuando estaban, como teníamos a mano, echamos un generoso chorro de sidra. Cuando se consumió bastante el líquido, echamos el arroz, removimos y echamos ese líquido verde y mezclamos bien. Añadimos el litro de caldo de pescado (el origen, a vuestra voluntad o disposición) y dieciocho minutos de cocción (también depende del sitio y el tipo de arroz pero aquí, es lo que tarda), se prueba de sal y remover muy a menudo. Cuando faltaba un par de minutos, ya meloso, un chorro de aceite de oliva.
Para las cigalas (que podrían ser bien langostinos buenos, carabineros, etc. y cuando mejor el material ya sabéis) lo que hicimos fue abrirlas un poco para que apoyasen en la cazuela plana, chorro generoso de aceite en el fondo, ajo en polvo (para controlar el calor antes de que se ponga negro), sal y calor. Vuelta y vuelta y un chorro de whisky opcional para darles perfume.

Emplatar como la figura aunque mis gourmets siempre dicen que es poco.

Muchas veces parece que el arroz hay que hacerlo siempre igual (y más si tenéis familia levantina) pero a nosotros nos gusta experimentar con texturas, colores y sabores porque es fácil acertar y sorprender.

En otra ocasión hemos modificado las cigalas por gambones porque disponer de cigalas a veces es complicado y lo hemos hecho más tipo paella. El resultado es también muy interesante aunque el verde queda menos consistente que en modo risotto aunque de sabor, tiene mucho recorrido.






Comentarios

Entradas populares de este blog

Salteado de verduras en reducción de vermouth

Emperador a la cazuela

Codillo caramelizado