Alfonso Martin's BLOG

El primer día que vi a Robin Food en una televisión nacional hizo un experimento llamado Patatoto que consistía más o menos en utilizar la técnica para hacer un risoto pero con taquitos de patata. No he sido capaz de convencer en casa para hacerlo pero el otro día, con Berasategui (gran cocinero pero con nula sintonía con las cámaras) hizo una variación con pasta con forma de piñones que me han dejado probar. Yo creo que hay experimentos que salen bien y otros que tal vez no merezcan la pena pero hay que intentarlo y este es un ejemplo. Es época de setas, este año además, espectacular, por lo que hay que aprovechar y compramos un boletus edulis hermoso para hacer el experimento. Basicamente es como hacer risoto, picas cebolla que empiezas a pochar en una cazuela, picas el boletus tampoco muy pequeño porque luego se encoge y lo añades a la cazuela. Como siempre, para cada ingrediente, su aporte de sal y pimienta. Añado vino blanco y a fuego suave, se mantiene hasta llegar a esa melo...

Cuando oigo albóndigas se me viene a la cabeza un plato pesado de difícil digestión, denso, con mucho ajo, vamos, que no apetece. Por otro lado, a mis hijos les suena al cole y tampoco parece que les llamase la atención. Bajo estas premisas parece complicado abordar la prueba pero aún así, lo hemos intentado y el resultado, más que aceptable. El problema a veces de las albóndigas es lo tedioso que puede resultar prepararlas  desde cero pero si cuentas con un carnicero del que te fías puedes ahorrar un rato. Hemos partido de las albóndigas ya preparadas (carne vacuno y cerdo, mezcladas, un poco aliñadas con ajo y perejil -cuidado con esto que es muchas veces la fuente de pesadez- y dadas la forma). Empezamos por enharinarlas y sofreírlas un poco en una cazuela. Una vez sofritas y separadas, en esa grasa ponemos un ajo finamente picado y cebolla a sofreír. Cuando está, hemos echado champiñones también picados, un vaso -pequeño- de vino blanco, y los hemos guisado salpimentando a ...

Hace tiempo descubrí al Falsarius Cheff y sin preocuparme mucho el tópico de que es alguien conocido, lo que pareció interesante era su aproximación de desmitificar ciertos productos preparados que, aunque yo no los tenga que utilizar últimamente, he de reconocer su utilidad. Por supuesto que si tienes tiempo puedes preparar un arroz en casa pero si estás en la Universidad o en trabajo y tienes muy poco rato para comer y no quieres abusar de bocadillos, meter en un microondas un vasito de ese arroz y aprovechar parte de la salsa que preparaste de más el fin de semana te permite comer y rememorar lo bueno que estaba el que el otro día hiciste. En esa línea, una de las recetas que me pareció interesante de su web fue la del arroz carbonara pero como tenía tiempo, en vez de recurrir al vasito, la he preparado en un poco más de tiempo. Haces el típico arroz sofriendo un ajo laminado (a mi no me sienta muy bien el ajo y por eso pongo poco, lo normal podrían ser dos para cuatro personas) ...

Por fin hago una foto de batalla que me sirve de escusa para poner la receta de uno de los arroces que más recuerdo de mi infancia. Siempre que nos veíamos con mi tía Lola en Valencia le pedíamos que hiciese arroz al horno y para eso había que pasar por comer cocido el día antes aunque fuese verano dejando que sobrase (lo que no era complicado dada la exageración familiar por la comida). Lo cierto es que el que yo voy a poner aquí hoy es, por decirlo así, arroz al horno industrializado ya que no voy a partir de sobras de cocido pero mis hijos, que hace tiempo que no lo comían, han alabado. Empezamos por cortar patata como si fuera para tortilla, bien en rodajas finas o en trocitos y freímos ligeramente (nada de tostarlas) con unos ajos. Sofreímos un poco de panceta, jamón, chorizo, morcilla (ya se que no se ve en la foto, me faltó) y algo tipo trozos de pollo. Añadimos un bote de garbanzos cocidos (el tamaño, dependiendo del número de comensales) y un poco de pimentón (que no se q...