Judías con marisco

En la línea de intentar abrir el gusto por las cosas 'diferentes' para nuestros futuros gourmets probamos a hacer una variación de un guiso de judías blancas que habitualmente no les gusta porque dicen que las del comedor del cole no les traen buenos recuerdos.

Para hacerlo tenemos la opción fácil (partir de judías cocidas, todas iguales aunque de batalla) y la elaborada (para mi la recomendada si cuentas con buena legumbre).

En la elaborada, con las judías previamente remojadas desde el día anterior, las ponemos a cocer en agua suficiente para cubrirlas y un poco de sal. El tiempo dependerá de la judía, habitualmente 40 minutos a fuego suave valdría pero esto no es una ciencia exacta. Cuando están tiernas, paramos la cocción y picamos y sofreímos un poco de cebolla a la que añadimos un poco de tomate (crudo cocinándolo es lo mejor) y las judías removiendo todo. Habitualmente sacamos un poco de caldo, echamos un poco de perejil y majamos unas pocas judías para que hagan una pasta que al devolverlo a la cazuela, espesan el caldo. Rectificamos la sal en este momento.

En una sartén sofreímos unas láminas de ajo (que luego retiraremos por aquello del estómago y la digestión), unas gulas, un poco de pimentón y a fuego fuerte unas colas de gambas o langostinos peladas. El resultado lo volcamos en las judías y se sirve.

Tampoco hemos querido hacer algo complicado de comer añadiendo conchas (mejillones, almejas, etc.) o patas (cangrejos, ...) que  crean un plato en el que hay que escarbar para encontrar las judías, que pueden dar buen sabor pero que resultan tediosos de comer.

La respuesta fue que si había sobrado (entendemos entonces que les gustó) lo cual anima bastante.

PD: la verdad es que cada vez son más tristes las fotos que subo, nos hemos acostumbrado a las cámaras del móvil y nos olvidamos de las que usábamos antes hasta que vemos el resultado. Haré propósito de mejorarlas